Comentario por planseldon
Viernes 9 de enero de 2009, por Planseldon
LA OFRENDA DE LA PINCOYA
"Te van a hacer falta, mijo. Ricuerda que habís de ser respetuoso, valiente y muy prolijo o si no La Pincoya sabrá de tu falta y naiden podrá salvarte de su ira."
"Mamita" le dices con un hilo de voz, "me queda grande el poncho. Yo no soy Machi."
Tu abuela sonríe. "No, mijo tu no erís Machi... todavía."
Lo primero que llama la atención en esta aventura es el escenario escogido, que a los más veteranos aventureros nos traerá un leve recuerdo a la isla de Cozumel en la que Aventuras AD situó la primera entrega de las "Leyendas de Ci-U-Than".
Pero que nadie piense que nos encontramos ante una aventura de arqueólogos. Si decimos que esta Ofrenda a la Pincoya nos recuerda a la trilogía de AD es porque el espacio elegido es también un pequeño y humilde pueblo de pescadores en algún remoto confín de nuestra América. Aunque está vez no se trata de las costas del Yucatán, sino del archipiélago Chiloé, al sur de Chile, país de donde es originario el autor de la aventura.
Incanus nos tiene acostumbrados en sus últimas creaciones a juegos muy cuidados desde el punto de visto literario, con puzzles complicados pero siempre lógicos (diversión asegurada, por tanto), e historias densas en profundidad narrativa en las que el jugador experimentado sabrá introducirse poco a poco, descubriendo los infinitos detalles y descripciones que conforman un mundo mucho más rico de lo que el pequeño mapeado parece indicar. Todos estos buenos ingredientes los encontramos en esta última obra de Incanus, aunque también se repite una de las características que más se le ha criticado: cierto barroquismo en los puzzles. Sin embargo, creo que eso es parte del "sabor especial" de los juegos del autor, y una vez le hemos cogido el truco, la verdad es que se disfruta enormemente. Si renunciase a ello, sus fans ya no se lo perdonaríamos.
En el juego tomamos el papel de Lucho, un joven pescador atormentado por la escasez de pesca en el mar. Desde su humilde cabaña contempla el mar sobre el que parece haber caído una maldición y decide ir a pedir ayuda a su anciana y sabia abuela, conocedora de mágicas y antiguas tradiciones que quizás puedan hacer volver el favor de los espíritus marinos. Tras hablar con la abuela, esta nos revelará un mágico ritual a través del cual invocar a la Pincoya, un ser fabuloso que habita en el fondo del océano y cuya protección puede ser la última esperanza del pueblo para recuperar la buena pesca.
La aventura, programada en Inform, no tiene ilustraciones, ni falta que le hacen. La buena literatura de Incanus nos lleva a imaginar esas casuchas de pescadores y esos paisajes oceánicos mejor que cualquier fotografía. También están muy logrados los personajes del relato, el propio Lucho, la abuela... y los terroríficos brujos y monstruos chiloés que tratarán de impedirnos cumplir con nuestra misión. Otro detalle muy interesante y de agradecer es el empleo del dialecto local, que nos recordará a las buenas lecturas disfrutadas de los grandes autores latinoamericanos. A este efecto es muy importante el comando "vocabulario", que nos ofrece un léxico muy abundante de localismos, nombres mitológicos y palabras mapuches (algunas más incluso de las que aparecen en el juego).
El programa utiliza los comandos habituales de cualquier conversacional. El sistema para conversar con otros personajes es el más sencillo: "hablar con". No es una aventura de alardes técnicos en lo que a PSI se refiere. A pesar de que hay pocas localidades, el tener que movernos con la barca hace que el mapa resulte algo confuso, por lo que os hemos confeccionado uno para superar este problema.
La dificultad, como ya comentábamos, es correcta; es decir, ni muy fácil ni muy difícil. Tomando notas y estando ojo avizor, se puede terminar sin sufrir demasiados atascos. Quizás lo más complicado es hacerse con el control del bote y el sistema para poder dejarlo en seguro en cada localidad, pero una vez se consigue, resulta sencillo, y es una gran satisfacción llegar a terminar el juego sin ayuda.
Incanus sigue por lo tanto sorprendiéndonos con aventuras cada vez mejores. Había dejado el nivel muy alto con su excelente relato de ciencia ficción Afuera pero, posiblemente, con esta Ofrenda a la Pincoya, se ha superado.