Caramelo Infernal
Jueves 10 de enero de 2008, por El Clérigo Urbatain
Es curioso como una persona puede sorprendernos una y otra vez usando siempre el mismo tema, o en este caso, el mismo personaje. La sorpresa no es sólo el encontrar que Josep haya hecho una aventura más de su personaje más querido, sino por el hecho que es el primer relato de un segundo volumen de sus aventuras. Esto es, este es el primero de, al menos, cuatro casos más del Dr. Van Halen. Para los seguidores sus aventuras, como ya he dicho, es una doble grata sorpresa.
En esta ocasión, el Doctor Van Halen recibe una carta misteriosa de una niña que pide ayuda desde Salamanca, España; y allí que irá para adentrarse en la noche de todos los santos sino que ¡incluso más allá! ¡en los infiernos!, o al menos, en un de tantos. Como ya advirtió el autor, la aventura peca de breve, pero no quizás por el número de localidades, ni por cortos párrafos de texto, no. El mapa, se podría decir, que es de tamaño medio, con más de 10 localidades y menos de 20; los textos son bastante largos, con conversaciones y escenas elaboradas (no interactivas), así que en realidad la brevedad consiste en la escasa dificultad de la aventura: los puzzles son lógicos, están debidamente sembrados con pistas apropiadas, la jugabilidad es correcta, de nuevo sin entrar en problemas del parser PAW, que en este caso son inexistentes (sí, bueno, evidentemente existen esas cosillas que en un sistema moderno los puzzles habrían sido más detallados y más sofisticados, pero el hábil hacer de Josep hace que las 48 K sean modernamente jugables), y la trama carece de una dificultad creciente. Es ese aspecto, la baja dificultad, es un punto negativo, porque la historia, las escenas, la acción y el ambiente son muy notables. Pero llega un momento, en los enfrentamientos finales en que la dificultad para vencer es nimia y además se nos dice explícitamente QUE debemos hacer para vencer. Esto es, el reto no está a la altura de...
la ambientación. Como punto muy positivo, basada en el noble arte de la insinuación, de los nombres carismáticos, de las descripciones breves; arte que Josep maneja a la perfección. Desde los nombres de las cosas en ese páramo desolado, los nombres de los demonios que allí lo habitan, y la imponente figura de Hiparión, el jinete de fuego, en lo alto de la colina, pasando por la breve reconstrucción de Salamanca, o el hecho de que el doctor arrive en el día de todos los santos. Todo esto no es casualidad, Josep sabe hacer bien su oficio y condensar en apenas 48 kilos de bytes una aventura breve de calidad. Además, ya no es sólo el buen hacer de su pluma, de transmitir lo que transmite con esas breves descripciones, es que el tío trabaja, se documenta. Yo no soy un experto en demonología y en ese caso, no se si el compendio de demonios y seres que hemos ido viendo a lo largo de la saga son documentados en las correspondientes mitologías a las que él les da tributo; pero si puedo ver el trabajo de documentación sobre la ciudad de Salamanca, y los personajes de la época que allí habitaban, o en la anterior Venecia.
Unas últimas notas sobre usabilidad (aunque sea un palabro no contemplado por la Real Academia). He jugado su aventura en una nintendo DS, con la comodidad e incomodidad que eso conlleva; pero he de decir que gracias al parser modificado por Josep a base de la experiencia, ha logrado dar rapidez a la interfaz de juego típica de una aventura de Spectrum. Eso también lo hemos ido notando en las sucesivas entregas de World of Witchcraft y desde los primeros Van Halen. En este caso, EX para examinar, Z para esperar, X para las salidas, SACAR siempre se refiere al único contenedor de toda la saga, el maletín... vienen que ni pintados para poder jugar en cualquier emulador basado en un dispositivo portátil. No recomiendo jugar en portátiles a cualquier otra aventura de spectrum que no tenga este tipo de abreviaturas, mucho menos jugar en un terminal móvil de teléfono, pero no por Van Halen, sino porque no existen emuladores de spectrum rápidos y eficaces para estos últimos (si teclear letra a letra a base de puntero puede ser algo tedioso, hacerlo a base de pulsaciones de mensajes breves de móvil es insufrible). Así que ya que estoy con el tema voy a hacer mis peticiones para el futuro... tanto para Van Halen como para cualquier otro autor que desee ver sus juegos disfrutados en la palma de su mano:
Querido Doctor. He sido bueno y para el año que viene quiero accesos directos para los verbos más importantes, por ejemplo: (T)omar o (C)oger, (D)ejar, (A)tacar o (G)olpear. También que tecleando un objeto sin verbo, automáticamente se examine, si se teclea por segunda o sucesiva vez que se pase al inventario automáticamente (¡seguro que esto se puede hacer en PAW fácilmente!). El verbo USAR no, ¿eh? ¡ESO NO! Eso ya sería rozar el grafiquismo y no nos conviene caer de nuevo en ese atolladero.
Volviendo al tema y resumiendo, un juego muy notable pero que se empequeñece al final convirtíendose en un sabroso caramelo para deleitarnos por un día. Una pena no haber tenido más dificultad entorno a esa gran ambientación o para esos enfrentamientos finales... pero bueno, así, este caso ha quedado como una muy buena introducción de lo que se nos avecina... ¡Temed a Hiparión, señor del Lóbrego Reposo!
El Clérigo Urbatain.